CAJA DE RECUERDOS: PABLO

Tras un parón de una semana motivado por un confabulación del tiempo disponible con la imposibilidad de editar las fotos con el “bendito” Photoshop… retorno con una caja de recuerdos para un muchachote de casi 5 años…

Esta caja de recuerdos selvática es la antepenúltima de la serie 2, que comenzó con la de Mateo, hace unos meses y a la que aún le quedan dos capítulos… Y es que lo de las cajas es un no parar… en nada, empiezo con la serie 3!! 😀

Disfruto mucho haciendo una caja de recuerdos… aunque por momentos se me hayan amontonado (y a raiz de un spoiler que me hicieron el otro día, se me amontonarán…) y me bloquee, de momento he salido airosa de #nosecuantasvanya.

Otra historia aparte es encontrarlas… los proveedores son volátiles y hay veces que me cuesta dios y ayuda dar con la que tiene el tamaño apropiado (por no hablar del interior con las separaciones… ). Eso si… como encuentre una… me vuelvo loca y empiezo a abrir todas las de la tienda… rezando para encontrar primas hermanas!!

En alguna ocasión, el señor del bazar de turno que me ha visto avanzar por el pasillo con una torreta de tres o cuatro cajas de madera, ha debido pensar que voy a poner un puesto en el mercadillo y le voy a hacer la competencia….

Pablo tiene un hermanito…  Marcos, de casi dos años, al que también le han regalado una caja de recuerdos… pero esa os la enseñaré la semana que viene… por aquello de seguir con la dosificación! 😉

Besetes en los mofletes!