ALBUM DE FOTOS: PATRICIA Y CARLOS

Zaragoza, 26 de Noviembre de 2016, 8 de la mañana. Todavía con los ojos “pegados”, Patricia se despereza y estira en la cama mientras aprovecha ese mismo estiramiento para apagar de un manotazo el sonido del despertador.

Antes de abrir los ojos sonríe. Su neurona, aún medio dormida y con el acento cubano de Sebastián, el de “La Sirenita”, le acaba de gritar al oído: ¡¡¡Patricia!!! ¡Qué hoy te casas, chica!

Como impulsada por un resorte Patricia salta de la cama y pasea la mirada por la habitación buscando el vestido de novia colgado desde hace 2 días de la estantería más alta, pero en su lugar descubre (espantada) el peto de “El Vicio”, su peña en Cubel… ¡No puede ser! ¿Qué broma es esta? Lo descuelga de la percha y descubre, aún sin salir de su asombro, que una esquina de papel asoma del bolsillo delantero: “Patricia, siempre dices que harías lo que fuera por la Peña El Vicio, pues ahora es el momento de demostrarlo. Preséntate en la Iglesia vestida con el peto en lugar del vestido de novia. No te preocupes por el vestido. Nosotras te lo guardamos. Firmado: Tus Viciosas Amigas”.

 ¿Así que esas tenemos? Patricia duda un instante pero mira otra vez el peto y… al fin y al cabo se han preocupado de dejarle uno blanco inmaculado y completamente nuevo a estrenar, así que, sin pensárselo más, decide seguir la broma o lo que quiera que hayan pensado sus colegas de peña, se lo pone y comienza a peinarse y maquillarse para la ocasión.

Su madre, su amiga Irene, que ha ido a verla a casa, el fotógrafo, su padre, su hermano y hasta el chofer del coche nupcial, se quedan, uno tras otro, con la boca abierta cuando la ven… Pero el remate viene cuando Carlos la ve a aparecer en el pasillo de la Iglesia en peto de peña… frunce un poco el ceño pero la deslumbrante sonrisa de su novia hace que no repare mucho más en lo que lleva puesto… ¡Es más, por él, como si fuera en pelota picada! Después de tanto tiempo separados, uno en cada ciudad, de lo único que tiene ganas es de casarse con ella… (aunque después del viaje de novios, tendrán que seguir viéndose únicamente los fines de semana en Zaragoza)

Nota de Juliette: Cualquier coincidencia entre lo aquí contado con lo acaecido el día de la boda de Carlos y Patricia es pura coincidencia. Sólo hemos tratado de hacerles protagonistas de una historia simpática y algo alocada, inventada con el mismo cariño que todos sus invitados peñistas reflejaron en el álbum de fotos personalizado por todos ellos.

¡Felicidades, pareja!