LIBRO DE FIRMAS BODA: C&T

Noelia llevaba gran parte de la mañana en la sala en la que Tamara y Carlos se darían el “si, quiero”, en unas horas. Queria revisar hasta el último detalle.

Había amanecido un día radiante y la boda, en la azotea del Hotel iba a ser espectacular. Recorrío por enésima vez las instalaciones… El seatting realizado en planchas de metacrilato había quedado impresionante y se sonrió a si misma, felicitándose por la elección…

La decoración de la Candy Bar ya estaba casi lista… el día anterior habían llegado los flamencos  que presidian la mesa sobre cajas de fruta pintadas en color mint y los dulces estaban preparados en la sala adyacente, para ser colocados minutos antes de que diera comienzo la comida.

Junto al photocall, en una mesita baja, habían colocado el libro de firmas, decorado con una cámara de fotos Instax Fuji como las que repartirían entre los invitados, para que ellos mismos hicieran sus fotos y las colocaran en él, junto a sus buenos deseos para los novios.  La mesa estaba decorada con ramas y velas blancas y verdes como el seatting.

Su teléfono empezó a sonar… miro la pantalla y vió el nombre de Tamara en ella… Habían hablado hacía 30 minutos… Contestó y al otro lado escuchó a su clienta que, con voz pausada, le decía que su ramo no había llegado todavía y que en la floristería no le cogían el teléfono. ¿podía ponerse en contacto con Alicia para ver donde estaba?

Noelia le dijo que siguiera así de tranquila… que ella se ocupaba y 20 segundos después estaba hablando con Alicia… Había cogido un atasco en el centro de Alicante y no había podido llamarla… pero ya estaba en la puerta de casa de Tamara… ¡Menos mal!

Siguió con su ruta… faltaba menos de 1 hora para que los invitados empezaran a llegar y tenía que salir todo perfecto…

Pd.: Noelia es Wedding Planner y se puso en contacto conmigo porque “sus novios” habían visto un libro de firmas en esta página, les había gustado y querían tener uno igual en su boda, con pequeños reajustes… La historia, en esta ocasión tiene una “base” real, gracias a Instagram. 😉