Cajón desastre
CAJA DE RECUERDOS BEBÉ: INÉS
Inés caminaba sin prisa por el Pont d’Iéna, disfrutando de una tarde primaveral parisina. Había quedado en los Jardines del Trocadero con su amigo Luc y llegaba temprano…
Se paró en mitad del puente, para admirar una vez más la silueta de la Tour Eiffel. En ese momento, le vino a la cabeza su madre, una loca enamorada de Paris…
Cuando le surgió la oportunidad de viajar al extranjero, había rescatado de su “baul de los recuerdos” particular una caja de madera que le habían regalado cuando todavía era un bebé. Esa caja, en tonos rosas, estaba decorada con atrapasueños. Con el transcurso de los años, sus sueños se habían ido cumpliendo y ahora estaba viendo el más grande (por el momento) que era trabajar, aunque fuera de becaria, en uno de los periódicos más importantes de Europa.
Aquel día, habían sacado de su caja de recuerdos, perfectamente conservados, la pulserita del hospital, unos patucos de punto y su primer chupete, entre otras cosas. Se habían reído y hasta habían soltado alguna lágrima recordando grandes momentos. Nunca se habían separado durante más de una semana y a estas alturas del año (abril) no se habían visto desde Navidades).
Hablaban casi todos los dias por Skype y, los mensajes por el móvil les servían para estar conectadas casi permanentemente pero no era lo mismo… Un golpecito en su hombro le sacó de sus pensamientos! Se volvió y se encontró cara a cara con Luc, que también había llegado pronto a la cita y, desde un banco, la había visto pararse en mitad del puente… “Temí que estuvieras valorando tirarte al Sena y vine corriendo“, le dijo con esa sonrisa que le deslumbraba.
“No te librarás de mí tan facilmente!! , le dijo… le dió un abrazo, un par de sonoros besos en las mejillas, lo agarró del brazo y tiró de él de vuelta a los Jardines del Trocadero.
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