CAJA DE RECUERDOS BEBÉ: JON

Jon cruzó el patio de la mano de su madre. En recepción, preguntaron por la directora, a la que ya habían conocido unos dias antes.

Llevaban toda la semana dándose ánimos ya que ambos empezaban una nueva etapa, cada cual en su nivel. Jon en su nueva escuela y Merry en un su nuevo puesto de trabajo, que hacía unos meses le habían ofrecido en la empresa en la que trabajaba.

Iba a ser un dia duro… el curso había empezado ya hacía tres meses, y estaba a punto de conocer a sus nuevos compañeros, tenía que comer en el comedor (¿solo?) y tras las clases de la tarde, le esperaba una hora de “refuerzo” antes de irse a casa.

La directora abrió la puerta de su despacho y les invitó a entrar en él. Tras unos minutos de charla entre las dos mujeres, su madre se agachó a su lado, le dio la mano y con una sonrisa en los labios le dijo que no se preocupara… que iba a ser un día genial, y que seguro cuando volviera a casa hablarían de sus nuevos amigos. Le dió un beso en la mejilla y se levantó. Cuando se alejaba, se volvió y agitando la mano, le guiñó el ojo.

Se quedó solo con la directora, que le guió por los pasillos hasta su nueva clase y sus nuevos compañeros. Ella llamó con suavidad a la puerta antes de abrirla y entraron juntos al aula. 2o pares de ojos se posaron en el chico nuevo y Jon quiso morir de la vergüenza pero el profesor se acercó y puso su mano sobre su hombro… lo miró sonriendo y le indicó un sitio libre para que se sentara, junto a la ventana, mientras les decía a los demás su nombre y que esperaba que se comportaran correctamente y no le gastaran ninguna broma pesada, al menos durante el primer dia.

Jon se sentó en su mesa… Una chica, en la mesa de al lado, le sonrió… abrió su estuche y encontró el amuleto que siempre guardaba en la caja de recuerdos que conservaba desde que era bebé y que por supuesto había viajado con él a su nueva casa. Lo cogió y se lo guardó en el bolsillo…