Comunión, Libros de firmas
LIBRO DE FIRMAS COMUNIÓN: CLAUDIA
Claudia montó en el taxi de forma precipitada para evitar la mirada de Oscar, que permanecía plantado en el portal del edificio de casas donde ambos habían crecido.
A sus 18 años recién cumplidos se iba a otro país, gracias a una beca deportiva, a empezar sus estudios Universitarios. En Zaragoza quedaba su familia y amig@s… y Oscar. Sabía que volvería para las vacaciones de Navidad, pero no estaba muy segura de que los sentimientos que habían empezado a nacer entre ambos, continuaran igual pasados 4 meses. Eran amigos desde el colegio… vivían en el mismo edificio, tenían amigos comunes, habían celebrado su primera comunión en el mismo sitio y hasta algún año, habían ido de vacaciones juntos.
Pero en el último año algo había cambiado… aunque ninguno de los dos se había decidido a dar ningún paso adelante, sus amig@s e incluso sus familias, habían notado que algo pasaba entre ellos… Seguían siendo colegas… salían juntos en pandilla… pero los «comadreos» ya no tenían el mismo tono…. Claudia había estado saliendo unos meses con Javi, un compañero de clase y Óscar, durante todo ese tiempo, inconscientemente, buscó actividades alternativas de forma que coincidía menos con ella.
Sentada en el asiento trasero del taxi, Claudia recordó una de esas tardes post-Javi, en las que quedaba a estudiar con Oscar para preparar los finales. Ella había sacado su libro de firmas de su comunión… para ver las fotos y las «chorradas» que escribían a sus 9 años… Esa tarde algo se activó… mirando las fotos de aquel dia… y las inocentes dedicatorias de «…seremos amigos siempre, verdad?» En el libro de firmas aparecían «amigos para siempre» que ya habían desaparecido de sus vidas, porque se habían cambiado de colegio o porque simplemente, habían dejado de tener los mismos intereses con el trascurso de los años… Y ellos seguían juntos… contra viento y marea… Pero Claudia se iba a estudiar a otro país, conocería gente nueva… ¿cambiaría definitivamente su amistad? En aquel momento, sintió un pequeño pinchazo en el corazón…
Ya casi llegaba al aeropuerto…. y sacó su móvil… abrió el Whatsapp… «Oscar… tenemos que hablar… concédeme 4 meses… sólo 4 meses…«
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